Davos 2025 puso de relieve la acción climática urgente, el papel transformador de la IA y los compromisos empresariales con la sostenibilidad, impulsando el impulso mundial hacia un futuro más verde.
El Foro Económico Mundial (FEM) convocó su Reunión Anual en Davos del 20 al 24 de enero de 2025, reuniendo a jefes de Estado, innovadores de la industria y líderes de opinión. Si bien Davos siempre ha sido un crisol de debates sobre el futuro de la economía mundial, el foro de este año se centró en gran medida en los desafíos climáticos y ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
El telón de fondo
Los devastadores impactos del cambio climático inducido por el hombre se sintieron a nivel mundial en 2024, con incendios forestales, huracanes e inundaciones que causaron estragos en las comunidades y las economías. Tales desastres han infligido más de 3,6 billones de dólares en daños en todo el mundo desde el año 2000, según un informe del Foro Económico Mundial (FEM), y los riesgos continúan aumentando. Por lo tanto, las empresas también se enfrentan a crecientes amenazas, y se prevé que los riesgos climáticos físicos reduzcan los beneficios anuales hasta en un 7% para 2035 si los esfuerzos de adaptación se quedan cortos.
La Encuesta de Percepción de Riesgos Globales 2025 del Foro reveló que las preocupaciones ambientales dominan la lista de riesgos globales a largo plazo. Razón de más para que los líderes económicos y sociales que asistan a Davos este año aborden la magnitud de la crisis y exploren soluciones prácticas, desde el aprovechamiento de la IA y los datos hasta el establecimiento de plazos a corto plazo para la reducción de emisiones. Vamos a repasar algunos de los puntos clave de discusión.
La IA y la transformación de la industria en la era inteligente
La Inteligencia Artificial está en el centro del impulso tanto de la acción climática como de la transformación industrial. En la conferencia del Foro Económico Mundial (WEF) de este año en Davos, con el tema "Colaboración para la era inteligente", la IA ocupó un lugar destacado en los debates, con un enfoque especial en su potencial transformador para remodelar las industrias y abordar los desafíos globales.
Como Al Gore recordó acertadamente a los participantes: "Solo se puede gestionar lo que se mide", haciendo hincapié en el papel fundamental de la IA en el seguimiento y la gestión de las emisiones mundiales.
Este sentimiento resonó fuertemente entre los líderes, quienes reconocieron que la ampliación de estas tecnologías es esencial para lograr los objetivos climáticos. Estas herramientas de rápido desarrollo ya están remodelando las industrias y permitiendo a las empresas monitorear y reducir sus huellas de carbono a través de soluciones innovadoras como:
Análisis de datos impulsado por IA: La IA está acelerando y simplificando la recopilación de datos ESG para las empresas de todo el mundo, y también se puede utilizar para recomendar soluciones para reducir la huella de carbono.
Transformación del sector energético: Se prevé que solo los centros de datos consuman 1.000 terravatios-hora (TWh) para 2026, más del doble del consumo anual de energía de Francia en 2023. Para satisfacer esta demanda, las inversiones en redes inteligentes y descentralizadas y soluciones de almacenamiento de energía son esenciales.
Aumento de la eficiencia de la fabricación: la IA ya está permitiendo a las industrias reducir los residuos, mejorar la eficiencia de los recursos y agilizar las cadenas de suministro. Esto contribuye a una menor huella de carbono al tiempo que impulsa el aumento de la productividad.
Preocupaciones éticas: Los marcos de gobernanza para abordar riesgos como el sesgo algorítmico, la privacidad de los datos y el uso indebido se destacaron como críticos durante las conversaciones de Davos. La colaboración entre sectores es necesaria para garantizar que los beneficios de la IA se distribuyan de manera equitativa.
La importancia del compromiso empresarial con la transición verde
La responsabilidad corporativa fue un tema recurrente en Davos. Los líderes del Centro para la Nueva Economía y Sociedad destacaron que, si bien más de la mitad de las empresas más grandes del mundo han incorporado objetivos climáticos en sus estrategias, menos del 20% han abordado las implicaciones más amplias para los trabajadores, las comunidades y las cadenas de suministro.Las empresas que priorizan la sostenibilidad a largo plazo sobre las ganancias a corto plazo pueden impulsar un cambio sistémico, demostrando que el crecimiento económico y la administración ambiental pueden coexistir.
Para lograr una transición ecológica equitativa, las empresas deben equilibrar los motivos de lucro con las responsabilidades sociales. Esto incluye volver a capacitar a los trabajadores, apoyar a las comunidades afectadas y garantizar que los esfuerzos de sostenibilidad no exacerben las desigualdades.
Revisión de infraestructuras energéticas
La transición a las energías renovables requiere algo más que el despliegue de paneles solares y turbinas eólicas: exige una revisión integral de la infraestructura energética. Durante su discurso sobre la transición energética, Katherine Gao Haichun, copresidenta de Trina Solar, destacó la importancia de las redes inteligentes y las soluciones sólidas de almacenamiento de energía para un suministro estable de energía renovable.
"Necesitamos una red más inteligente, una red más descentralizada", explicó, subrayando la importancia de la innovación en los sistemas energéticos.
Otros participantes coincidieron en que los sistemas de energía renovable deben ser resilientes y capaces de satisfacer las demandas de un futuro impulsado por la IA. Es probable que las inversiones en tecnologías de almacenamiento avanzadas, como las baterías de próxima generación, sean fundamentales para garantizar la fiabilidad y la estabilidad.
Este enfoque en la infraestructura refleja el consenso más amplio en Davos: los sistemas de energía sostenible deben evolucionar junto con los avances tecnológicos para enfrentar los desafíos del siglo XXI.
La exigencia de plazos a corto plazo
Si bien los objetivos a largo plazo, como lograr cero emisiones netas para 2050, son vitales para mantener al mundo en el camino de cumplir con los compromisos climáticos unánimes asumidos en la COP 21, el Foro Económico Mundial 2025 enfatizó el poder de los plazos a corto plazo para impulsar acciones significativas.
Andrew Forrest, de Fortescue, explicó cómo establecer una fecha límite estricta de 2030 para eliminar los combustibles fósiles motivó a la fuerza laboral de su empresa.
"Cuando le indicas a una fuerza laboral que vas a dejar de quemar combustibles fósiles para fines de esta década, la fuerza laboral se interesa mucho", señaló.
Los objetivos a corto plazo inculcan urgencia y responsabilidad, alentando a las organizaciones a priorizar la acción inmediata. También muestran que se pueden lograr avances significativos en una sola generación, lo que ofrece esperanza e impulso para esfuerzos climáticos más amplios.
Razones para tener esperanza
A pesar de los enormes desafíos, el WEF 2025 ofreció razones para el optimismo. La convergencia de la IA y la sostenibilidad presenta oportunidades sin precedentes para abordar los problemas climáticos.
Los plazos a corto plazo y los compromisos empresariales están impulsando avances significativos, mientras que foros como el WEF fomentan el diálogo y la cooperación entre sectores y fronteras. Con innovación, colaboración y gobernanza ética, la comunidad global tiene las herramientas para enfrentar el desafío y crear un futuro más sostenible y equitativo.
Comments